¿Tu forma de vestir es sana?

Una ropa interior confeccionada con fibras sintéticas, unos pantalones demasiado ajustados, un calzado muy estrecho Esos son algunos componentes de tu vestimenta que debes evitar si quieres ahorrar lesiones y problemas a tu cuerpo.

La moda y la comodidad no deben reñir con la salud, pero hay que tomar ciertas precauciones para lograrlo.

Cuando sufres molestias, te sientes demasiado oprimida, te mueves con dificultad, o aparecen granitos, rozaduras o enrojecimientos en tu piel, significa que tu cuerpo se está quejando: la indumentaria que llevas le causa malestar.

Pantalones holgados. Estas prendas no causan perjuicio cuando su parte superior no está más ajustada que la inferior. En cambio si la parte alta del pantalón ajusta mucho, dificulta el retorno venoso, ya que la sangre circula de abajo hacia arriba.

Los pantalones que oprimen demasiado el cuerpo pueden ocasionar hinchazón de las piernas, problemas circulatorios o agravar la inflamación de los folículos pilosos.

Tejidos naturales. Elige, siempre que te sea posible, linos, algodones y sedas, que son los tejidos que menos reacciones alérgicas provocan. Además, es conveniente lavar la ropa recién adquirida, antes de usarla por primera vez. De ese modo se eliminan los posibles restos de aprestos, perfumes y tintes artificiales, que pueden ocasionar alergias.

Ropa interior saludable. La mejor opción para los sujetadores son aquellos que contienen toda la glándula mamaria dentro de la copa, sin oprimirla ni dejar marcas. No es necesario que sean demasiado grandes. Es aconsejable que las prendas íntimas, sobre todo las que cubren la parte inferior del cuerpo, sean de algodón, porque permite una mejor transpiración. Los tejidos sintéticos y los encajes excesivos pueden causar irritaciones en la epidermis.