6 may 2008

Biocosmética, lo último en belleza

La biocosmética es lo más nuevo en cuidados corporales y faciales. Una tendencia que siguen algunas de las mujeres más ricas y bellas del mundo y que supone, ante todo, un nuevo acercamiento a la Madre Naturaleza, para que sea ella la encargada de cuidarnos y mimarnos. La biocosmética mantiene que los conservantes sintéticos, los pesticidas, los derivados del petróleo y otros productos químicos no ayudan ni al desarrollo sostenible ni a la regeneración de la piel humana.


La biocosmética es una de las consecuencias de la creciente concienciación de la humanidad ante el cambio climático y el incierto futuro del planeta Tierra. Por ello, en la elaboración de productos de biocosmética sólo se utilizan productos procedentes de cultivos libres de pesticidas, herbicidas, abonos químicos, etc., y queda descartada la utilización de cualquier planta sometida a modificación genética.

* Productos naturales y biológicos

Al igual que los alimentos bio o ecológicos son más saludables, los biocosméticos son mucho más delicados con la piel y el cabello, a la vez que más eficaces. No contienen conservantes artificiales –por el contrario, se recurre generalmente a los aceites naturales o a vitaminas como la E- ni perfumes sintéticos, y tanto los envases como la tinta utilizada en el etiquetado son biodegradables.

En ningún caso han sido probados en animales, aunque sí son sometidos a controles de calidad y otros procesos para evitar reacciones alérgicas. La utilización de cosméticos en nuestro tiempo está cada vez más generalizada, tanto en mujeres como en hombres. A menudo olvidamos que la piel actúa como filtro y barrera de nuestro organismo, y que muchos productos químicos pasan esta barrera y se acumulan en el cuerpo. Por ello, frente a la cosmética imperante –en la que intervienen productos químicos nocivos para la salud- la biocosmética atrae cada día a un mayor número de consumidores.

Las sustancias vegetales y biológicamente cultivadas que se utilizan en la biocosmética, estimulan la capacidad natural de la piel para recuperarse y no suponen una agresión para el frágil equilibrio de la epidermis. De momento, poco más del siete por ciento del comercio de productos de belleza está formado por la biocosmética, pero este porcentaje sigue en aumento, la oferta es cada vez más amplia y mueve ya una importante cantidad de dinero.

* Cosmética verde y cosmética del futuro

La fitocosmética, o cosmética elaborada con plantas vuelve con fuerza, y algunos explican que la alianza milenaria entre la humanidad y las plantas es indestructible, ya que son ellas las que nos dan alimento, energía y oxígeno. La fitoterapia busca la curación a través del mundo vegetal, en tanto que la aromaterapia persigue la belleza y la salud a través de los aromas obtenidos de flores y plantas.

La neurocosmética es otra de las sorpresas de la nueva generación de cosméticos. El objetivo de estas cremas es llegar directamente al sistema nervioso para reparar los daños que se producen en la epidermis con el paso de los años. Las investigaciones señalan que la epidermis y el sistema nervioso tienen el mismo origen embriológico, y por ello la piel refleja como un espejo nuestros estados de ánimo, que afloran a través de unas moléculas llamadas neuromediadores.

La biología molecular y genética hará posible “enviar” señales positivas a nuestro sistema nervioso para restablecer el equilibrio emocional y lograr una piel más hermosa. Todos estos avances, al margen de sus virtudes meramente cosméticas, tienen aplicaciones médicas con un abanico de posibilidades que aún desconocemos.

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